'La trama fenicia' - Yo estuve aquí

No tengo claro cómo valorar la última película de Wes Anderson; precisamente, porque se trata de, inequívocamente, una película de Wes Anderson. Una que no engaña y que en todo momento no sólo lo parece, sino que también se comporta como, en efecto, una película de Wes Anderson. Una obviedad que por otro lado cualquiera podría asegurar incluso sin haberla visto.
Esa es en resumen la cuestión. 'La trama fenicia' es puro Wes Anderson. No hay nada en ella que no incida y reincida, casi obsesiva y obstinadamente en lo que conocemos como "el cine de Wes Anderson". No hay nada en ella que no incida y reincida, casi obsesiva y obstinadamente en lo que exactamente, a grandes rasgos, estamos esperando encontrarnos en ella.
Lo dicho, una obviedad.
También, una reiteración. Y una sensación que ya emanaba de 'Asteroid City': la de un precioso, aunque hueco capricho, estancado en su propia y hierática realidad alternativa. De hecho, mucho de lo escrito respecto a su anterior filme lo podría reutilizar para 'La trama fenicia'. La duda está, particularmente, en si el orden de los factores puede alterar o no el producto.
Si 'La trama fenicia' fuera la primera de Wes Anderson que viese, ¿me gustaría tanto como en su momento lo hicieron 'Moonrise Kingdom' o 'La crónica francesa'? Desde luego es más consistente y satisfactoria que la mencionada 'Asteroid City', si bien sigue emanando de ella la misma sensación de estéril mecanicidad autosatisfecha. De capricho autoindulgente.
De que el cineasta ha pulido y perfeccionado tanto su estilo que ya ni sorprende, ni funciona, ni mucho menos impacta de la misma manera. El desfile de caras conocidas, por ejemplo, ya no es tanto un activo como un compromiso de dudoso valor. Y es que el cineasta vuelve a contar de nuevo con un reparto de lujo cuya participación resulta, por lo general, anecdótica.
Hasta parecer que, de hecho, es un compromiso que en algunos casos no pasa de una sola frase o unos pocos segundos en pantalla. Un poco a lo "yo estuve aquí" que refleja al propio filme. Un "yo estuve aquí" que visto en su conjunto, no se puede decir que aporte o nos transmita gran cosa salvo redundar en la obviedad: se trata de una otra película de Wes Anderson.
Una más que incide y reincide en lo que a grandes rasgos esperamos, de una manera tan decorativa, artificiosa y formalmente brillante como de costumbre sin suponer alguna progresión o evolución. Es la perfección de un estilo que no es que se muestre agotado, sino demasiado a gusto en una zona de confort que parece representar tan pocos riesgos como alicientes.
Esto es, una obviedad: la de ser lo que a grandes rasgos esperamos que fuera y sin embargo no poder disfrutar de ello por ser, precisamente, no más que lo que a grandes rasgos estábamos esperando que fuera. 'La trama fenicia' es, en resumen, una otra más de Wes Anderson. Sin poder fingir cara de sorpresa, ni tampoco de decepción. Como ir a misa los domingos por rutina.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex




