'Los pecadores' - Abierto hasta el amanecer

La referencia de 'Abierto hasta el amanecer' es tan obvia como inevitable. En efecto, porque 'Los pecadores' podría pasar por ser un remake de 'Abierto hasta el amanecer'. Ambientada en los años 30 y con negros en vez de mexicanos. Pero en la práctica, por poder ser, podría ser un remake de 'Abierto hasta el amanecer'... un remake que, eso sí, se cree 'El color púrpura' en lugar de un divertimento de serie B como el de 1996.
Algo que no es malo de por sí. Si funciona, ¿por qué no? Si funciona... que no es el caso de esta película acomplejada por cuestiones de raza; cuestiones cuyo subrayado amedrenta una película que nunca se siente libre, ni mucho menos como 'Abierto hasta el amanecer'. Se agradece, y mucho, que Ryan Coogler se tome tanto tiempo para plantear y desarrollar lo que se supone que la define; también, que trate de proyectar su propia melodía.
Se agradecen, y mucho, las molestias, de verdad. Tanto como se agradece el dispendio realizado por Warner Bros. o el lujo aparente en el que está envuelta. Pero, maldito pero es que luego Coogler no hace gran cosa con todo ello, ni con la premisa, ni aún menos con los personajes que tan pacientemente ha tardado hora y pico en introducir. El cineasta se toma demasiadas molestias para luego opacar un errático macguffin estancado en sí mismo.
Un errático macguffin, atenazado además por sus ínfulas dramáticas y anhelos de importancia. De no ser -dicho con soberbio desdén- un mero 'Abierto hasta el amanecer', aunque eso reduzca considerablemente la diversión. Una eterna promesa que ni cumple, ni compensa, una vez por fin se decide a entrar a matar y dar rienda suelta a sus vampiros en un tercio final atropellado, incluso torpe y tontorrón, poco inspirado y aún menos eficiente.
Tantas molestias... ¿para después tan poca chicha o contundencia? Eso parece.
'Los pecadores' se toma demasiadas molestias para luego quedarse en una barraca de ferias, se diría que construida a toda prisa donde incluso su mensaje, por supuesto que racial, siquiera encuentra acomodo de manera orgánica (ni dentro del tiempo reglamentario). Es quizá lo peor de ella: los bandazos que da para no encontrarse a sí misma, aun a pesar del dispendio realizado por Warner Bros. o el lujo aparente en el que está envuelta.
O de las numerosas molestias que a lo largo de hora y pico se toma Coogler para establecer un errático y vacuo macguffin pagado de sí mismo, en un burdo y pretencioso 'Abierto hasta el amanecer' que se autoengaña (y autoflagela) pensado que es 'El color púrpura'. Ante la duda, 'Los pecadores' ni explota, ni la revienta, jugando al despiste para luego dejar a sus personajes, a la diversión y a sí misma vendidos ante la fría e indolente muerte.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Y es que dejando de lado su excasa originalidad argumental, como dice Wancho si al menos se hubiesen centrado en plasmar de manera convincente alguna de las ideas que plantean tal vez el resultado hubiese sido más convincente, por contra tenemos una propuesta inocua que se desarrolla con demasiada irregularidad y sin tener claro lo que quiere ser, tras un largo preámbulo opta por la solución más fácil consciente de que sus propias debilidades la condenan a ser un pasatiempo tan correcto como olvidable, salvo por la música.
Pero no sé, pese a ello me parece "original", resultona. Un drama sureño de racismo y segregación sobre una comunidad que busca libertad, con una atmósfera bien lograda donde su música y como suma e incluso eleva muchas escenas es lo mejor del film. Prácticamente todos sus personajes suman para bien, aunque bien es cierto que si analizas individualmente no te planteas nominar a nadie a nada.
Su clímax es potente y la escena post-créditos es una notable guinda.
Nota: 6'7
No cabe duda de que Ryan Coogler ha sido una de las mayores apariciones en el cine estadounidense en los últimos años, siendo uno de los mayores focos de interés en una época donde abundan sagas, secuelas y películas de superhéroes. Pero si hasta Martin Scorsese tiene sus películas fallidas, él no iba a ser menos.
De la mano de su actor fetiche, Michael B. Jordan, Coogler nos cuenta una historia de gente de raza negra en los años 30 de los Estados Unidos, cuando aún eran vistos como ciudadanos de segunda y eran un objetivo del Ku Klux Klan. Michael B. Jordan interpreta a dos hermanos gemelos llamados Elijah 'Smoke' Moore y Elias 'Stack' Moore, quienes vuelven al Delta del Misisipi tras haber trabajado como sicarios de la mafia en Chicago. Sus planes son abrir un local de ocio nocturno y ganar montones de dinero fomentando el vicio...claro que unos vampiros tendrán algo que decir al respecto.
El mayor problema de 'Los pecadores' es competir con el recuerdo de 'Abierto hasta el amanecer', una obvia referencia que a cualquiera con algo de experiencia en el cine de terror se le habrá ocurrido. Una vez vista la cinta de Robert Rodriguez, esta no parece más que una imitación en el que se toca el tema del racismo y el blues. Además, de que algunos de los personajes no tienen el perfil atrayente que tenían los del filme de Rodriguez en el que recuerdo hasta al gran 'Sex Machine'.
Coogler tiene a su disposición un reparto de actores de garantía como el ya mencionado Jordan, Jack O'Connell, Delroy Lindo y la seductora Hailee Steinfeld y considero que tanto ellos como el resto de actores cumplen con lo que se les pide, destacando a Jordan, Lindo, O'Connell y Steinfeld. Claro que es imposible quitarse de la cabeza la conexión argumental con un filme de hace 30 años y eso hace que esta pierda puntos, por muy buen elenco que se tenga y por bien que esté ideada y desarrollada su historia.
Actores, vestuario y dirección artística de la época, banda sonora y vida propia del guion es sólido como el cemento. Es en la originalidad donde se tambalea y la casa se mantiene como buenamente puede. Pagar por verla en una sala de de cine puede ser no dinero perdido, aunque sí no del todo rentable.
6
Spoiler
2/10