El 'Robin Hood' de Ridley Scott es, efectivamente, una película de Ridley Scott. Un cineasta sin nada que demostrar que tiende a rodar como suelen rodar los cineastas veteranos con talento que no tienen nada que demostrar, salvo seguir entretenidos con lo que han hecho toda la vida. O al menos, es lo que parece. Es suficiente, incluso más que suficiente. Pero no mucho más que suficiente.  

A efectos prácticos, este 'Robin Hood' no deja de ser una más. Otra versión a la vera de un clásico. Una película que aporta más bien poco o que aún sorprende menos. Nada que no se haya visto anteriormente en el género, siendo que, además, no hay nada en ella que resulte especialmente llamativo, aún menos algo asombroso o memorable por la que vaya a merecer ser recordada.

Cierto. Pero no por ello deja de ser una película más que correcta en su narrativa, muy competente en cualquier aspecto técnico y con un gran reparto del todo convincente. Todo en ella da el pego y luce con la debida elegancia formal que uno espera de un cineasta como Ridley Scott. Un relato vamos a tildar "de clásico" que retiene nuestra atención durante todo su metraje.

Nuestra atención, que no necesariamente nuestro interés o devoción. El 'Robin Hood' de Ridley Scott es, efectivamente, una película sumamente distinguida y caballerosa, muy válida a casi cualquier nivel posible sin embargo aquejada de falta de ambición o pasión. Una pulcra y eficiente rutina sin nada que demostrar como "las de antes", de tan buen ver como de tan "me da bastante igual".

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex