Directo y al grano: 'Ladrones (Takers)' es una de esas películas que entran de lleno en la categoría de "entretenidas" sin más. Ni es particularmente buena ni mala; no cabe esperar de ella grandes cosas ni en su favor ni en su contra; tampoco servirá de referente para prácticamente nada digno de mención, de la misma manera que no aportará nada por lo que merezca la pena ser recordada más allá de su correcto y fácil visionado, eficacia que bien mirada puede ser vista hasta como un punto a su favor, un "allá usted" que no debiera molestar a nadie con conocimiento de causa.

No se puede negar que la cinta cumple con su objetivo, entretener, algo que logra con la suficiente dignidad como para merecer cuanto menos un respeto. Además, cabe añadir su intento por ser algo distinta a lo de siempre, por tratar de dar algo de fondo a su apariencia comercial, algo que si bien ni acaba de rematar ni de concretar por lo menos si permite apuntarse la voluntad a su favor de paso que cierta benevolencia por parte del espectador. Y porque como a cualquier película hay que catalogarla como lo que es y en función de sus intenciones, se puede decir que 'Ladrones' aprueba como esa opción más que aceptable para ocasiones de menor exigencia.Estrenada hace apenas un mes entre nosotros, tras el visionado de ambas se hace evidente que estos 'Ladrones' vienen a ser una especie de versión alternativa algo más comercial y un tanto light de los "ladrones" de Ben Affleck, cinta ante la que, a pesar de perder ante casi cualquier comparación posible, iguala a la hora de resultar eficaz en la relación entre el resultado final y su apuesta inicial. También podemos sentir la presencia de multitud de filmes por el camino, una herencia a tener en cuenta en un género tan establecido y con tanta tradición, entre ellos y por citar dos títulos modernos reconocibles por gran parte de la audiencia el 'Heat' de Michael Mann, referente casi inevitable para casi cualquier incursión actual en el subgénero de las películas de robos, o incluso del 'Ocean's Eleven' de Soderbergh, aunque en menor medida y a pesar de que a la hora de la verdad la aparente importancia del grupo en el relato se vea diluida por la predominancia de los personajes de Matt Dillon e Idris Elba, los únicos con un verdadero drama detrás que sustente un personaje por demás resuelto más por las tablas de ambos que por un fundamentado contenido emocional.

'Ladrones' se suma a la tradición de un género de probada eficacia que resuelto con profesionalidad nunca resulta molesto de ver en la gran pantalla, especialmente al tender siempre hacia un dinamismo y una puesta en escena ágil que, por lo general, compensa las en muchas ocasiones evidentes limitaciones que se suelen presentar en relatos tan delimitados por costumbre en su propia condición que, como es el caso, presentan un libreto más bien convencional que no es más que la suma de una serie de clichés encarnados por una serie de personajes unidimensionales sin mucho fondo que rascar a los que, en esta ocasión, prestan sus nombres unos rostros más o menos conocidos que, si bien nunca serán verdaderas estrellas y/o actores a tener en cuenta por mucho que se puedan dejar ver en producciones de éxito y/o cierta calidad, aportan su granito de arena a la hora de ofrecerse generosamente como trabajadores de equipo con unas prestaciones ajustadas al modelo de producción que se presenta, donde lucir guapo y elegante es más relevante que representar a personas de carne y hueso al mismo tiempo que lo que al final cuenta no es ni el conflicto ni el drama ni nada parecido, sino haber engañado al espectador lo suficiente durante el tiempo requerido como para que a éste no le haya tentado mirar el reloj.

Nota: 6.5

por Juan Pairet Iglesias