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'Planes para mañana': Cuatro vidas

Vía El Séptimo Arte por 18 de noviembre de 2010

Inés sospecha que está embarazada, lo cual puede ser la peor noticia que le podían dar, al afectar negativamente la llegada del bebé no sólo a su situación laboral, sino también a la relación sentimental que mantiene con Alberto. Paula parece llevar una vida familiar perfecta, pero la repentina aparición de un antiguo amante hará que empiece a replanteárselo todo. Por su parte, Marián vive angustiada por el acoso cada vez más violento al que le somete su marido... Mónica, su hija, estará siempre a su lado, y aconsejándole que la única vía de salida a tan dramática situación es el divorcio.

Merece nuestra atención el primer largometraje de Juana Macías, al traducirse éste en una de las propuestas con mayor representación en el palmarés de la 13ª edición del Festival de Málaga de Cine Español, habiendo obtenido los premios a la Mejor Dirección, Mejor Actriz Secundaria para Aura Garrido y Mejor Guión Novel. La cita malacitana, a punto de entrar en la etapa de adolescencia, busca su hueco en el apretadísimo panorama de grandes eventos cinematográficos, reivindicando su papel de indicador del estado de salud del cine patrio. Es obvio que las mayores producciones y aquellos directores de más prestigio harán todo lo posible para emigrar hacia otros festivales más ''prestigiosos'', con que a la ciudad andaluza no le queda otra que acoger a la clase media de nuestro país, lo cual, como casi todo en esta vida, tiene una lectura positiva y otra negativa.

Este estatus es sin lugar a dudas una mala carta de presentación para los amantes del glamour y los cineastas más consolidados... y un excelente reclamo para la gente con vocación de cazatalentos, aquellos que hacen de estos escenarios trampolín su patria. Así pues es este el lugar ideal para descubrir a los nuevos valores de nuestra cinematografía. Si hacemos caso a los galardones otorgados, Juana Macías ya forma parte de este colectivo. Así es, 'Planes para mañana' es un claro exponente de esta nueva hornada de artistas que, sin olvidar su herencia, para crear; para inspirarse, miran más allá de nuestras fronteras, fijándose en modelos formales y conceptuales que hasta hace bien poco eran inauditos en nuestro país. En este aspecto, ¿es casualidad que las primeras imágenes de la película fluyan al ritmo de Anni B Sweet, cantautora nacida en Fuengirola cuyas letras son en inglés? Obviamente no.

Tampoco lo es que la primera referencia que nos venga a la cabeza después del visionado de la película sea la del mundialmente reconocido Rodrigo García, aquel realizador que lejos de vivir de las rentas que de buen seguro le hubiera proporcionado el apellido legado por su padre, se ha ganado el respeto de la comunidad cinéfila demostrando que, de ser cierto aquello de que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, él es un consumado especialista en viajes interplanetarios. Los filmes en los que se mostró más lúcido (pensamos sobre todo en 'Cosas que diría con sólo mirarla' y 'Nueve vidas') seguían el mismo esquema: narración fragmentada en el seguimiento de diversas mujeres que no tenían otro remedio que hacerse/mostrarse fuertes ante una adversidad que puede que no las obligue a tirar por la borda el trabajo de toda su vida para seguir adelante.

Un planteamiento casi idéntico sigue 'Planes para mañana', relato que pivota principalmente sobre cuatro personajes femeninos que llevan todo el peso dramático de la historia. Embarazos no deseados, malos tratos perpetuados por el presunto ser amado, reivindicación de igualdad tanto en el hogar como en el mundo laboral... dramas característicos -casi exclusivos- del antaño erróneamente denominado ''sexo débil''. Dramas complejos que, precisamente por esto, paradójicamente invitan a acercamientos simplistas y tendenciosos, hecho por el que se agradecen los raros casos en los que dichas problemáticas son tratadas de forma seria. Es el caso de las mencionadas obras cumbre en la carrera de García; también lo es el de la cinta firmada por Juana Macías, que si bien no llega a la lucidez del autor colombiano, a nivel general no tiene demasiado que envidiarle.

Y esto que se detectan con demasiada facilidad algunas fisuras que repercuten directamente en la imagen final del producto. A saber, la resolución algo vaga de ciertas tramas, o algún que otro ramalazo videoclipero metido con calzador para enfatizar patosamente el estado anímico de las protagonistas. Puestos a comparar, también se echa de menos el toque de misterio y más intimista con el que Rodrigo García desnudaba (en sentido metafórico, claro está) a sus personajes. No obstante, esta enésima muestra de vidas cruzadas funciona bien y se sigue con facilidad, merced a la buena labor de Macías tanto en la dirección como en la escritura. Se trata de un guión que, después de permitirse el lujo de titubear un poco en los primeros compases, avanza con agilidad, procurando no abusar del tremendismo para sí acabar construyendo un drama humano creíble y conmovedor en la justa medida.

Nota: 6 / 10

por Víctor Esquirol Molinas

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