'Anacleto: Agente secreto' - Sin heroicidades

La nueva película de Javier Ruiz Caldera está bien y es sobre todo divertida. Pero como suele suceder a menudo con este tipo de producciones, durante el último tercio aprieta el freno y se empieza a tomar demasiado en serio. Quiero decir, durante su primera mitad funciona bastante bien como una desenfadada comedia de acción, y tanto los chascarrillos más o menos absurdos como las referencias a Ikea son geniales. Pero durante la segunda mitad se le quiere meter un cierto trasfondo dramático y ahí es dónde patina un poco, rebajando considerablemente su alcance -y aliento cómico- y con ello la satisfacción.
La sensación final es de que aunque cumple, más que de sobra como una película entretenida, divertida y acompasada por recurrentes "morcillas" made in Spain, este 'Anacleto: Agente secreto' no está del todo bien gestionado; por ejemplo, con personajes como 'El jefe' o los secuaces que quedan descolgados a la mínima (no hablo ya de los cameos, mucho más "inteligentes" y efectivos que los de la saga 'Torrente'). Y es que en realidad la película es bastante sencillita, si le quitamos el humor, los secundarios robaescenas o a un Imanol Arias imperial sería una comedia de acción correctísima y un tanto del montón.
No se trataba de engordar sin más la vaca, pero si de haber apurado y haberla refinado algo más, sobre todo, haciendo aún más hincapié en el humor, su gran baza, reduciendo ya puestos las innecesarias dosis de drama, sangre o tacos; aunque sólo fuera por inteligencia comercial (y por lo mucho que molan las exclamaciones tipo "¡Sapristi!"). 'Anacleto: Agente secreto' es solvente pero no brillante. Un resuelto y agradable pero poco impactante amor de verano con, además, muy poco del espíritu de Vázquez que actúa como un sucedáneo casero del hijo bastardo de 'Kingsman: Servicio secreto' y 'Espías'. O algo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
No vas a reír a carcajadas, la risa no es plato seguro ni de continuidad incesante, el humor es más bien de diseño sobre escrito que realidad práctica desbordante, hay escenas de espontaneidad hilarante, pero la mayoría desprenden intención lograda de pasarlo bien aunque sin la jocosidad que una, ya de antemano, suponía era promesa de tráiler y venta, agudeza deductiva, de análisis razonado, que no de efecto inmediato, para la lógica pensante que provocara ese contento expresivo de los labios, ocurrencia trabajada y bien camuflada para un guión que sabe manejarse en su tempo, entre la añoranza de un clásico que nunca pasa de moda y los nuevos aires de quien representa la ironía ingenua de despertar a su nuevo mundo, gags, cameos y agudos diálogos que intercambian la desfachatez, fuera de tono y lugar, con la salida perspicaz que le da a todo la vuelta, para recomponer su precisa forma pues "la tortilla de patatas siempre es redonda".
"Al final, todos los hijos sois una decepción", pero siempre hay uno que rompe la regla y se sale de la norma, que ofrece la burla y pitorreo frente la formalidad y sequedad de su padre, veteranía experta frente juventud ignorante para un conseguido dueto que entretiene, ameniza y se gana tu cordialidad y encanto, parodias absurdas de boca de intérpretes conocidos, Berto Romero, Carlos Areces, Buenafuente, José Corbacho, Rossy de Palma, Eduardo Gómez..., en una singular proximidad sospechosa al hacer de "Torrente"; ahora que están tan de moda y explotados los cómics de Marvel, parece oportuno la aparición de esta eficiente película homenaje a la fantástica creación de Manuel Vázquez, a los 20 años de su muerte.
"Anacleto nunca falla", reparte bofetadas, tiros, persecuciones, alegre ridiculez, cachondeo contagioso, situaciones descabelladas, sarcasmo verbal, acción eficaz, sagaces diálogos, peliaguda coña, esparcida guasa y, en general, un conjunto avenido de todas las piezas donde, los momentos en que unas de ellas flojean, son activamente reforzados por la presencia del resto, avenida complicidad de todos sus componentes, de la configurada dirección y de su meticuloso guión.
Anacleto, agente secreto, mitad James Bond/mitad superagente 86, que con el toque español ya sube a categoría distintiva, de cigarrillo siempre en la boca -¡con los tiempos que corren!-, traje negro, camisa blanca y pajarita, perjudicado por los recortes y la crisis, hace lo que puede con tan poca ayuda y sus escasos refuerzos para no salir mal parado, ser padre no es lo suyo pero ¡que se le va a hacer!, ya está hecho y el chaval ha salido buen mozo, por tanto goza de la presente recreación, valora su buen trabajo y esparce tu mente, 9 de cada 10 asistentes estarán de acuerdo en su gratitud, en premiar su empeño con una sincera sonrisa, y el décimo también sólo que es de los cascarrabias, de los que gusta de ver el vaso medio vacío pero que, aún con todo, ha saboreado con placer, gusto y regocijo su consumo.
El resultado es sabroso y competente, lo que revierte, sin duda alguna, en satisfacción y complacencia por la misma, consecuencia de que la cinta funciona, de que ha dado en el clavo y, aunque no expone el espíritu de tan carismático personaje con lealtad, habilidad y acierto, muta con gracia y fascinación, célebre y diestra presentación para que el espectador disfrute, se entretenga y guarde un recuerdo atractivo, entusiasta y sentido por la misma.
Válida, sin arrepentimiento, Javier Ruiz de la Caldera ofrece un trabajo que se devora con ganas, con clara y unánime propensión a hablar positivamente de ella.
Anacleto, ¡no estás tan mayor para esto!
un bluff 4/10
Me quedo con la química entre padre e hijo. Nota: 6.
Después de este berrinche personal, vamos con la película. Entretenida, para pasar el rato con momentos de ingenio y con otros de situaciones típicas y tramas paterno-filiales que hemos visto anteriormente, pero en esta ocasión dotadas del sello "Hecho en España" que le restan importancia a lo típico de su desarrollo. Con un reparto muy excesivo pero que encaja con la atmósfera de cómic que tiene en todo momento. Sorprendente, sobre todo, Carlos Areces como villano. Con momentos muy cómicos que es lo que mejor se le da, pero con algunos de los momentos más serios de los cuales sale muy bien parado. A mi me ha convencido y espero que le den más papeles de este tipo. No es un gran guión ni una gran historia pero cumple de sobra con el cometido y además, tiene momentos muy ingeniosos y autoparódicos. Incluso hay un hueco para mencionar la situación por la que pasa el país. Por cierto:
Spoiler
La dejo en un 6,5. Me quedo con '3 bodas de más' y 'Promoción Fantasma', pero el acercamiento a la acción de este director no está nada mal. Buenas y divertidas coreografías y un ritmo endiablado. Además de rayar en todo momento a gran altura en cuanto al apartado técnico.