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Dos críticas por el precio de una: 'Retrato de una mujer en llamas' & 'Comportarse como adultos'

Vía El Séptimo Arte por 18 de octubre de 2019
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'Retrato de una mujer en llamas' es una película que se esfuerza en contar lo que quiere contar de la manera en la que lo quiere contar. Esto es, cine que además de aparentarlo también quiere ser cine, y que además de ser cine, también quiere poder parecer arte.

Su distribuidora española, Karma Films, la describe como "una emotiva y delicada exposición de una historia". Una descripción con la que estoy de acuerdo en un 50%: Es delicada, pero no emotiva. O dicho de otra manera, es una obra intelectualmente elegante pero bajo mi punto de vista, emocionalmente fría. La apuesta de Céline Sciamma es decidida, consecuente y lo dicho, formalmente mucho más que digna, sobradamente lograda como para además de parecer cine, poder parecer arte. Pero también tan inmaculada y delicada en sus formas que apenas si deja margen para que aflore una pasión un tanto encorsetada.

No obstante, y por descontado, la desenvoltura de sus dos principales protagonistas sobre este frío lienzo académico de intachable virtud es un argumento de peso para darle una oportunidad.




'Comportarse como adultos' es la última prueba de que Costa-Gavras ya no es ni lo que era ni lo que fue, por más que siga siendo quién es, y sobre todo como es. Como Ken Loach, fiel hasta el final pero con al menos, ganas de argumentarlo. De hablar... lo.

Como era de esperar, una adaptación de las memorias de Yanis Varoufakis tan objetiva que roza la propaganda, siempre fiel a un idealismo de izquierdas que bajo ningún concepto está ni remotamente tan podrido como lo pueda estar, por descontando, cualquier otro idealismo. Si lo aceptamos como la piedra angular de su discurso, del todo previsible, ni tan mal: Dos horas sumamente dialogadas de las que no retendremos ni una cuarta parte, pero que al menos nos servirán para comprender el por qué se repiten las elecciones en nuestro país. Porque sencillamente, no tenemos ni puta idea de lo que no tenemos ni puta idea.

No obstante, y por descontado, su invitación indirecta a reflexionar en torno a esa política siempre a su servicio antes que al del individuo es un argumento de peso para darle una oportunidad.



Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex


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