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'Exit 8' - Más allá del pasillo infinito

Vía El Séptimo Arte por 15 de octubre de 2025
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Las adaptaciones de videojuegos al cine siempre han centrado todos sus esfuerzos en adaptar el lenguaje del videojuego al cinematográfico en lugar de intentar hacer una traslación de la experiencia que tiene el jugador al encender la consola y ponerse a los mandos de 'Prince of Persia', 'Super Mario Bros.' o 'Five Nights at Fredy'. En estos tres ejemplos la adaptación es una mera excusa para coger una licencia de éxito y hacer lo que te dé la gana con ella con tal de que se asemeje lo máximo posible a una película, en la gran mayoría de casos, muy olvidable por aquellos que no son fans del material original.

Ha habido algunos casos en los que, indiferentemente de si son buenas o malas películas, han conseguido acercarse a replicar esa experiencia. 'Mortal Kombat' de Paul W.S Anderson o 'Tekken' de Dwight H. Little daban mucha más importancia a la jugabilidad de estas sagas, como son los enfrentamientos de Scorpion vs Sub-Zero o Jin vs Kazuya, pero aún así tuvieron la necesidad de insertar tramas dramáticas que encajaran con los cánones del cine. Curiosamente, la producción que más cerca ha estado de ello hasta ahora ha sido 'Ready Player One', que no viene de ningún videojuego pero predijo lo que es Fortnite a día de hoy. Digo hasta ahora porque con 'Exit 8' tenemos un nuevo referente.

'Exit 8' adapta el videojuego homónimo del desarrollador japonés Kotake Create, una experiencia en primera persona que mezcla el terror y los puzzles donde experimentamos de muy cerca como sería quedarse atrapado en un bucle al intentar salir del metro de Japón. Su premisa se la dejan pegada al protagonista en la pared, al lado de un cartel marcando el camino a seguir para llegar a la salida 0, con las siguientes instrucciones:

 

El director Genki Kawamura toma esta premisa y la adapta excelentemente, reproduciendo su minimalista estética y su inquietante escenario al dedillo, abocando al espectador a esta agobiante backroom en forma de pasillo de estación de metro infinito. Si 'Exit 8' en formato videojuego fue un soplo de aire fresco a un género tan saturado como el de terror en primera persona su adaptación al cine también lo es para las adaptaciones de videojuegos y en general, para el cine fantástico, gracias a su singularidad y a la personalidad visual tan marcada. Puede que os recuerde a otras películas como 'Al filo del mañana', 'Más allá de los dos minutos infinitos' o 'Atrapado en el tiempo', pero no habéis visto nada igual.

Al contrario que en el videojuego, en la película si hay una historia y un protagonista al que podemos identificar desde el primer momento. En su prólogo en primera persona, en la primera escena, vemos su cara reflejada en las puertas del metro justo antes de presenciar una escena desagradable pero fácil de identificar para los que vamos en metro a diario (tanto por el momento como por la reacción del protagonista). Este chico sale del metro y comienza a caminar, hasta que llegado cierto punto, se da cuenta del bucle en el que está encerrado y entonces pasamos de la primera persona a un primer plano de su cara, para ver su desesperada reacción.

La película constantemente irá cambiando entre rostros en primer plano y otros mucho más abiertos donde vemos el pasillo desde la espalda del protagonista. Esta alternancia crea un efecto parecido al de estar viendo jugar a alguien mientras jugamos nosotros, haciendo participe al espectador de la búsqueda de anomalías al mismo tiempo que el protagonista, tratando de resolver el mismo puzzle entre los dos. Al mismo tiempo también consigue un dinamismo que es vital para una propuesta basada en la repetición como es 'Exit 8'. Por mucho que todo esté escrito en el guion y que sepamos que nuestra interacción con la película no influenciará en ningún caso la conclusión del misterio consigue que te impliques, buscando anomalías cada vez que vuelve a cruzar el pasillo, gira una esquina o la cámara nos enseña lo que hay detrás de él.

Esta búsqueda de anomalías para salir del bucle sirve como analogía con el conflicto (fuera del metro, en su vida normal) del protagonista en la película, que se encuentra en una situación a la que necesita darle muchas vueltas antes de tomar una decisión que le cambiará la vida por completo. Un conflicto que viene dado por un tema polémico a nivel vital, político y religioso que puede ser fácilmente malinterpretado pero que en ningún caso el director lo usa para adoctrinar a la audiencia con ello ni mandar un mensaje que se decante por un lado u otro. Si que lo usa para fusionarlo con el bucle y personalizarlo a medida del protagonista, planteando algunas anomalías relacionadas con esa decisión.

Es aquí donde Genki Kawamura se toma demasiadas licencias a medida que se acerca el final, orquestando situaciones en las que aún sabiendo que el bucle es algo sin explicación lógica, acaba perdiendo la esencia de ese juego estilo "Encuentra las 7 diferencias" al ser demasiado espectaculares u obvias. En esos momentos en los que abandona lo asfixiante de su propuesta para que el guion tome un poco de aire fresco y pueda avanzar la película se desinfla un poco, recuperándose gracias a un potente final que cierra lo infinito del bucle y conecta con su inicio con una reflexión vital para su protagonista (y el espectador). ¿A donde nos estamos dirigiendo como sociedad? 

Fácil respuesta difícil de asumir. Al menos, con propuestas tan singulares y fantásticas como 'Exit 8' se hace más llevadero.


Nota: 7/10

Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan

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