Sitges 2025 - Parte VI

Bienvenidos a la sexta de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 58 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
'It Ends' - Si en 'Exit 8' nos encontramos con un hombre atrapado en un pasillo del Metro, en 'It Ends' nos encontramos con cuatro veinteañeros atrapados en una carretera secundaria que no parece tener fin. Si lo tiene o no es una de las incógnitas que plantea este existencialista y minimalista relato fantástico de intriga naturalista hecho con más ingenio y voluntad que dinero o recursos. Bien planteado y resuelto, se trata de una de esas pequeñas grandes películas que prueban que el camino es más importantes que el destino. Un camino ágil, intrigante y muy ameno, siempre en movimiento aunque su margen de acción sea tan reducido y que apuesta por la reflexión antes que por el impacto. Algo perfectamente madurado y fundamentado, en una metáfora de esa vida de la que no hay por qué escapar, sino tan sólo aceptar. *******
'No Other Choice' - A estas alturas de la vida la elegancia y clase como cineasta de Park Chan-Wook está fuera de toda duda. Su última película es una comedia muy negra filmada con el exquisito y avieso gusto habitual del cineasta coreano; también, una ácida crítica a la sociedad moderna, definida por el materialismo, el individualismo, el corporativismo, la hipocresía o la falta de empatía. Una sátira con sabor a thriller que parece más propicia para alguien como Bong Joon-ho que para Park, quien a pesar de desarrollar la historia con mucho mimo o acertar con un tono algo esquivo (y con ello incómodo), no termina de sacarle todo el provecho. Algo que provoca que sus dos horas (y pico) de metraje no causen el debido impacto o revuelo, toda vez que se siente tan ambigua como algo tullida y relativamente inconcluyente. *******
'The Plague' - La ópera prima de Charlie Polinger no es lo que se dice una película sutil. Pocas lo son en realidad, siendo una amplia mayoría a las que les podría sentar muy bien, al menos, intentar serlo. La ópera prima de Charlie Polinger es una de estas películas, algo que acaba marcando su ya de por sí reducido alcance o impacto. Polinger coquetea con el bullying, el coming-of-age, el horror corporal o el drama psicológico en esta película sustentada en la convincente naturalidad de su joven reparto que nunca le pierde la cara, ni al partido ni a su realismo aparente. Es creíble y plausible, pero no particularmente novedosa. Es sólida y firme, pero no especialmente perspicaz. Esto es, 'The Plague' es una buena película que sin embargo carece de algún elemento diferencial por el que merezca la pena fijar su recuerdo. *******
'Bulk' - El regreso del Ben Wheatley de 'A Field in England' o 'In the Earth'. Nada que ver con el de sus trabajos más celebrados o conocidos; siquiera con el de títulos tan convencionales como 'Megalodón 2: La fosa'. Su nueva película es puro cine experimental, rodado con un puñado de amigos y cuatro duros. Puro cine experimental, sin complejos ni vergüenza, libre de cualquier atadura y que roza el troleo puro y duro. Una de esos cutres vídeos caseros rodados en vídeo o Super 8 que uno rodaba para pasar la tarde, no más que para consumo propio que encuentra acomodo porque, oh, se trata de Ben Wheatley. El tipo de 'High-Rise' o 'Free Fire'. Aunque 'Bulk' tenga poco que ver con ellas.
Sólo para freaks, inconscientes y/o incondicionales. ****
'Drácula' - Luc Besson sabe más que de sobra cómo filmar una película. Y sobre todo cómo filmar (o producir) una película para que sea entretenida. Su versión de la obra de Bram Stoker no es una excepción, por más que tenga un problema evidente: Es una nueva versión de una historia harto reconocible, conocida y recurrente. Sin ir más lejos el año pasado se estrenó el 'Nosferatu' de Robert Eggers, cineasta con muchísima personalidad. La que le falta a Besson, un artesano que sabe cómo filmar y hacer que luzca una película. Y su 'Drácula', como eco del de Francis Ford Coppola, luce de forma conveniente mientras su romanticismo naíf aporta la suficiente sangre para que fluya de manera ágil y fluida. Pero no deja de ser una versión más de un déjà vu. La apreciable pero innecesaria sombra de un mejor (o más bonito) recuerdo. ******
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex






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