'The Killer' - La asesina

En la cima de su carrera, después de haberse consagrado también en Estados Unidos con 'Cara a cara', John Woo se hizo cargo de un telefilme protagonizado por Dolph Lundgren. Su título, 'Blackjack'. No guardo mal recuerdo de él, quién sabe, aunque obviamente al lado de los filmes que le habían dado nombre y fama no parecía más que una imitación desaborida de bajo presupuesto.
El remake de 'The Killer' viene a demostrar lo que ya demostró 'Noche de paz': el tiempo pasa para todos, y que el John Woo que recordamos y que siempre amaremos ya no es el que era. Ni lo es el cineasta, ni lo es el propio cine. Ni tampoco lo somos nosotros. Baste reparar en la evidencia de ver a John Woo dirigiendo el remake "norteamericano" de uno de sus clásicos hongkoneses.
Un remake que se ambienta en París y cambia a Chow Yun-Fat por Nathalie Emmanuel, algo que no ha causado especial revuelo. Como la propia película, una bienintencionada reinterpretación del filme original que,sin embargo, carece del carisma, el encanto y la fuerza del clásico de 1989. Por algo ha terminado dando con sus huesos en plataformas como Peacock o SkyShowtime.
Porque al igual que aquella 'Blackjack', este nuevo 'The Killer' se siente como un irregular telefilme de acción de dos largas horas, por más que de forma inconsistente, intermitente y aleatoria nos recuerde a Woo... que no al mejor Woo. Un cineasta al que ahora uno se siente tentado de imaginar dirigiendo como lo hace John Carpenter: desde la comodidad del sofá de su casa.
El remake de 'The Killer', obviamente, palidece ante su original. Ya no es que suela ser lo habitual y hasta cierto punto normal; es que además no parece rodado con especial pasión o interés. Woo no tiene por qué demostrar nada, y probablemente tampoco tenga nada nuevo que contar. Lo mismo que ya sucedía con 'Noche de paz', película de la que no guardo un mal recuerdo.
Aunque a decir verdad, porque al igual que de 'Blackjack' no guardo ningún recuerdo concreto. Sé que la he visto, sé que la disfruté -en su momento- moderadamente. Y sé que si la vuelvo a ver entera será de casualidad. Porque aunque pueda dar el pego como un salvatardes medio decente, no hubiera reparado en ninguna de ellas si no fuera por el nombre de John Woo.
Lo mismo que este remake, un (tele)filme que se deja ver y que si no se tiene nada que hacer, resulta incluso distraído. Pero no deriva en nada particularmente reseñable, siendo uno de tantos que ni están mal, ni están del todo bien. Tan sólo están. Películas que a los 40 minutos uno empieza a tener problemas para recordar... pero que al menos, cuanto menos nos sirven para rememorar otras películas que no podemos olvidar desde hace 40 años.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

