'Volver a empezar' - Realismo de catálogo
Hace unos días decía que 'Resistencia' era una película que podíamos describir a través de su sinopsis oficial, lo que rara vez era un punto a su favor (aunque tampoco tuviera por qué serlo en contra): O bien porque la sinopsis no deja mucho margen a la imaginación del espectador, o bien porque la película no avanza mucho más allá de dicha sinopsis. O por ambas cosas como el caso que ahora nos ocupa.
Con 'Volver a empezar' sucede de forma más acusada y menos disimulada, siendo la típica película adscrita al realismo social británico (o en este caso irlandés) que tanto asociamos a Ken Loach. Ni la sinopsis deja mucho margen a la imaginación, ni la película avanza mucho más allá de dicha sinopsis. Es, más o menos, en apariencia, lo que podríamos esperar y lo que nos vamos a encontrar como apariencia.
Más o menos, porque aunque aparenta ser un drama está mucho más cerca de un cuento de hadas. Parece que va de cara pero en realidad se pone de perfil, sorteando las complicaciones y dejando pasar el aire para que sólo asome el papel de Clare Dunne, su protagonista y quizá no por casualidad también guionista, además del único personaje que parece tener vida propia cuando no está delante de la cámara (o sea, nunca).
Esto es, realismo de catálogo y oportunamente maquetado. O de película envuelta como regalo (envenenado). 'Volver a empezar' es una producción correcta, más bien previsible y tirando a superficial. Un "acomodado" drama social que nunca mira al espectador a los ojos y que siempre se sale por la tangente. Todo resulta tan fácil y sencillo, que bien podría ser un mero envoltorio para auto-regalarse un papel...
Un mero envoltorio que además cae en la tentación de recurrir a un innecesario y feísimo golpe bajo final, lo que asesta un golpe casi mortal a su ya pobre credibilidad como maniatado y castrado retrato (a)social.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex