'El talento' - Poderoso caballero es don dinero

En un momento de la película, la "birthday planner" pilla por banda a la protagonista y, delante de una cámara, le pide que resuma la fiesta en la que acontece la acción en una sola palabra. Solo una. Si tuviéramos que hacer lo mismo con 'El talento', dicha palabra bien podría ser... forzada. También podían valer postizo... o impostado... o tal vez inverosímil.
Es el mayor problema de 'El talento', un drama psicológico que funciona con la discrepancia efectista de quien asume una desnudez que no se produce. Si bien no se trata del morbo por el morbo, al final la deriva de la película la sitúa allí donde no quería. O de lo contrario habría ido de frente, directo a por ello. Puede que prescindiendo de su prólogo y su epílogo.
En realidad, en cuanto a resultados, 'El talento' no se diferencia tanto de 'El plan', la anterior película (de ficción) de Polo Menárguez. Las maneras, la apariencia, los actores, los discursos... como en el Congreso, todo está ahí, y como en el Congreso, todo puede parecer verdad. Pero por muy entretenido que nos resulte, no deja de ser una pantomima.
No es tanto que lo sea o no; basta con que lo parezca. Y 'El talento' es ese congresista que hace que parezca una pantomima. Ojo, no porque como suele ocurrir parezca que no predique con el ejemplo; más bien, porque parece retorcer la realidad, su realidad, para que esta encaje a la perfección con su postulado. O al menos, lo dicho, esa es la impresión.
Es cierto que la película nunca le pierde la cara al partido, que se sigue siempre con atención y que como drama psicológico logra generar una acertada dosis de inquieto suspense in crescendo. Pero también, y no menos importante, resumido en una sola palabra, se siente "forzada". O lo que es lo mismo, ni fluye ni entra de una manera orgánica, suave o natural.
Y eso la termina hiriendo gravemente a su credibilidad. Porque al igual que ocurre con el Congreso, una vez somos conscientes de la pantomima y la mentira, tan sólo nos queda el efectismo (consentido o no). El "lo hará o no lo hará"; o el cómo lo hará. A donde se supone que 'El talento' no quería llegar, pero donde en resumen acaba encallando.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex



