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Capítulo IV - Cuestión de estética

Vía El Séptimo Arte por 29 de mayo de 2015

El concepto "Amelie" quedó muy arraigado en la memoria colectiva desde que Jean-Pierre Jeunet se apropiase del mismo en 2001. Inevitable pensar en dicho filme al hablar de 'Liza, a rókatündér' -conocida internacionalmente como 'Liza, the Fox-Fairy'-; su influencia es más que posible, la comparación posiblemente algo muy oportunista (y perezoso).

Károly Ujj Mészáros sitúa a Hungría en el mapa con esta excéntrica y colorista fábula romántica que podemos definir con una sola palabra: adorable, hasta la muerte (y el más allá). Vitalista y alegre marcianada de impecable factura técnica plagada de gags surrealistas y un considerable humor negro, y que aún con la habitual impotencia del debutante para dotar de armonía a un conjunto muy irregular y a falta de un remake (al tiempo...), se hace con la simpatía del respetable desde sus créditos iniciales.

A continuación la cinta espacial 'Infini', deudora de grandes clásicos como 'Aliens' o 'Blade Runner' -como dicta la costumbre- y a la que, como tantas otras de su estilo, se le va la fuerza en su parcela estética. O lo que es lo mismo, una cinta que vive de una muy lograda ambientación pero que falla a la hora de dotarla de verdadero fundamento.

Un argumento en exceso dilatado y que al contrario de lo que pueda parecer, no vive de la acción, lo que unido a la ausencia de sentido alguno del humor pueda hacer que resulte pesada... aún a pesar de los bellos e innumerables destellos que recoge la cámara, argumento al que uno se puede agarrar para dar por buena esta obra protagonizada por un Daniel MacPherson, que, aprovecho a decir, añade un interesante cariz a la propuesta mediante su parecido físico con el gran Paco Jémez...

El plato fuerte del día llegaba de la mano de Marcus Nispel, responsable de los notables remakes de 'La matanza de Texas' y 'Viernes 13', y de los no tan notables remakes de 'El guía del desfiladero' y 'Conan, el bárbaro'. Curiosa carrera la del realizador norteamericano para quién 'Exeter' sería su primer filme en teoría original... en teoría, porque en la práctica cuenta con tantas referencias que en cierto sentido es como si ya hubiéramos visto antes este en apariencia "vulgar" cinta de terror adolescente. No obstante en este caso dicha circunstancia no es necesariamente un factor negativo; más importante aún, no es un factor que deba preocupar como no le preocupa a sus responsables.

Y es que lo que destaca de la cinta, aparte de su plena y divertida conciencia lúdica, es su extremada verticalidad. Al grano y sin miramientos, con un primer tercio portentoso. A partir de ahí es posible que, sin más argumento que el autoparódico reciclaje genérico (vía Google), pierda algo de fuelle especialmente una vez la muerte se apodera del relato y se rompe la dinámica de grupo que tan bien funcionaba hasta ese momento, más no por ello se pierde la efectividad de este divertido y burraco pasatiempo que, como el mencionado remake de 'Viernes 13', resulta de lo más disfrutable gracias a su práctico y contundente descaro.

Nada que ver con la sesión golfa, 'Headless', suerte de spin off de 'Found' -vista el año pasado- con la que debuta como director el creador de sus efectos (nada) especiales. Este "capricho" simula ser una de terror setentero sobre un asesino sin escrúpulos que imita, a lo "grindhouse", la textura y maneras de aquella época. Y no hay más, todo lo que le sigue es un burdo y penoso intento por escandalizar de lo más pueril y desesperado. Un truñaco considerable repetitivo y cansino que se vende como un filme perverso cuando, en realidad, se trata de una tontería irritante y muy molesta, especialmente a esas horas no reembolsables.

Aunque para el caso más vergonzoso ha resultado la proyección previa del ¿cortometraje? 'Plasma' por más que se haya tenido la decencia de hacerlo de manera extraoficial. Bueno, decencia es un decir porque se trata de una obra indigna de ser siquiera mínimamente considerada como amateur. Un "favor" por parte de la organización más que cuestionable, incluso ofensivo, que deja en segundo plano su proyección con el audio e imagen desincronizados.

En la sala 2 por su parte se presentaba una de las pocas cintas nacionales del certamen: 'Don't Speak', no sin antes disfrutar de uno de los cortometrajes más frescos que hemos tenido oportunidad de ver en lo que llevamos de festival, 'Manías', una reivindicable y sencilla comedia. Por desgracia, el buen sabor de boca se fue apagando con la película que aparecía a continuación. Un relato nada sorprendente ni original donde el interés, la tensión y la emoción brillan por su ausencia y cuyo recurso animado narrativo-explicativo resulta más negativo que positivo. Cuando en una película de terror deseas que mueran sus protagonistas en vez de que se salven, es que algo no ha salido cómo se esperaba...

Continuará.



Por Juan Pairet Iglesias & Diego Sánchez Izquierdo
@Wanchopex / @DSaniz


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