Día 8: Y al penúltimo día, apareció el diamante.
No va más. La ruleta que conforma el Festival de Cine Europeo de Sevilla encara hoy su último día de edición, donde la lectura del palmarés, que tendrá lugar a las 12:00 de la mañana en la Sede de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, supone el broche final a nueve días donde el cine europeo invade la ciudad sevillana. Nueve días donde se han podido disfrutar de hasta 190 títulos esparcidos por las diferentes secciones que componen el SEFF, que ya languidece casi al ritmo que lo hace el otoño en la capital andaluza.
Pero lo bueno que tiene un festival de cine, o una de las tantas cosas buenas que tiene, son las sorpresas. Alguno incluso a punto de sonar el pitido final del certamen, como el que coge el último autobús a tiempo antes de que este salga de la parada. Y es que, al penúltimo día, apareció el diamante del SEFF. Explosión espectacular de ingenio la de Oscar Hudson en 'Straight Circle', una película casi icosaédrica en lo formal, incorregible estéticamente, pero con un fondo hondo y retumbante por su carácter actual. Una auténtica joya, que cómo no podía ser de otra forma, nace de la brillante mina británica.
El sinsentido de la guerra fronteriza, con ecos claros de lo que sucede en La Franja de Gaza y en el conflicto palestino-israelí, queda reformulado aquí por una comedia absurda, deudora de esa obra de arte que es 'La vaquilla' de Berlanga (incluso podría ser su adaptación más moderna), que justo a la mitad de su metraje decide quebrar por completo esquemas desde el apartado técnico. Se produce un despliegue formidable e ilimitado de recursos estilísticos, tanto en montaje, como en diseño de producción y fotografía. Y la película ya no es la misma. Se vuelve esotérica, sensorial, humanista y cautivadoramente dramática. Es un cambio de ritmo tan arriesgado y bestia, que resulta milagroso que consiga salir airosa del mismo. Son este tipo de producciones las que dan sentido a un festival de cine.
El día también estuvo marcado por la llegada de un auténtico tótem del panorama cinematográfico. Juliette Binoche, actriz de tronío y actual presidenta de la Academia de Cine Europeo, aterrizaba en Sevilla para recoger el último Giraldillo de Honor que el festival entregaba en esta edición. Una multitud de medios y personalidades se congregaban en el Cartuja Center CITE para ser testigos de un reconocimiento tan justificado como prestigioso. Sevilla se merece ver pasear a Juliette Binoche, tanto como Juliette Binoche se merece el aplauso y el elogio de una ciudad referente para el cine europeo.
Habría que calibrar cómo es de grandiosa la sensación de estar en un festival de cine, poder ver solamente una película de entre decenas, y que esa se descubra como una joya cinematográfica. El cine se disfruta, se siente, se experimenta e incluso se sufre, pero cuando se propone sacudir los cimientos analíticos de un espectador, y poner a prueba hasta dónde llega su capacidad de sorpresa, adquiere un poder superlativo. Hay que confiar siempre hasta el final, nunca se sabe cuándo el cine va a compensar el ser perseverante.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_





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