'AzulOscuroCasiNegro', 'Gordos', 'Primos', 'La gran familia española'...

Daniel Sánchez Arévalo apuntaba maneras en su momento, casi en otra vida hace ya más de diez largos años. Puede que incluso se acuerden. 'Rondallas' no es un "comeback" (que así dicho en inglés suena más "cool"), sino la aparente confirmación del por qué el cineasta no se ha asentado como estandarte del cine español.

'Rondallas' es una película bastante convencional, obvia y poco ambiciosa que se pliega dócilmente a un modelo clásico, de claros tintes comerciales. Lo hace de manera clara, directa y ligera; aparentemente, también de manera honesta, pues no se puede decir que juegue al despiste o intente engañar al espectador. Aunque lo haga.

Todo sea por un final feliz. Porque, obviamente, las películas como 'Rondallas' no pueden terminar mal. Aún a pesar de sí mismas, como es el caso. Un caso al que Sánchez Arévalo le añade constantes apuntes dramáticos que al final se sienten relleno, y que causan que la película al final sea eso mismo: Relleno sin peso ni recorrido.

Tal vez lo que pretende y aparenta ser, algo legítimo y respetable... cuando se hace de manera fluida, concisa, orgánica y contundente, como por ejemplo en 'Full Monty'. Cuando todos los elementos están en sintonía y refuerzan un discurso, tal vez no sorprendente pero sí resuelto con una efectividad a prueba de amarguras.

Lo que no sucede con 'Rondallas', una teórica "feel good movie" (que así dicho en inglés suena más "cool") que coquetea con recurrencia con el drama social de manera muy tibia, superficial e inconcluyente. De manera gratuita e irrelevante. Relleno... que contamina una película comercial a la postre demasiado artificial, forzada y tramposa.

Una película discreta que "se despista" en lugar de "hacerse fuerte". Tal vez entretenida, pero demasiado obvia como un impersonal, inconsistente y complaciente producto comercial de relleno que uno ya habría olvidado nada más acabar... de no ser por lo forzado de un "happy end" que inclina su balanza hacia lo fraudulento.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex