'La novia' - Dos hombres, una mujer, un amor...
... un deseo más fuerte que la ley y que la naturaleza salvaje del mundo que les rodea. Y un consejo: No te cases si no le amas...
Vi 'La novia' el mismo día que vi 'Lejos del mar' o 'Freeheld' en el Festival de San Sebastián. Como la noche y el día. Paula Ortiz tuvo a bien socorrernos con esta enérgica y vivaracha adaptación y/o interpretación de 'Bodas de sangre', la conocida y reconocida tragedia de Federico García Lorca escrita en 1931.
Una producción poética y teatral centrada en el sentimiento trágico y el amor contrariado, en la vida y la muerte. De un modo arcano y ancestral, en un mundo de sombrías pasiones que derivan en celos, persecución y un trágico final, la muerte, con el amor como la única fuerza que puede vencerla.
Paula Ortiz, en esta su segunda película se lanza al ruedo sin miedo, con una pasión tan proporcional como desmedida y coge el toro por los cuernos. Dicho sea bien claro con orgullo y rabia, le echa huevos, y le funciona muy bien a pesar de lo recargado de su por otro lado absorbente y afilada puesta en escena.
Ortiz no se achanta, sino que se crece ante un reto mayúsculo cuyo control a menudo parece estar a punto de perder; más, lo embiste con convicción y osadía hasta empujar a 'La novia' a vivir, respirar, existir, amar, sangrar y morir con apasionada visceralidad sobre el estimulante y expuesto filo de la navaja.
Una historia sencilla, franca y directa contada con orgullosa altilocuencia y pomposidad mediante una estilizada poética y teatralidad muy a juego con la obra original que arraiga por debajo de la piel, en una película que sencillamente intimida. En una película que más que verse, se siente. Se vive. O se muere.
O las dos cosas a la vez, mientras un escalofrío nos recorre el alma y el cuerpo...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
CRÍTICA: Dos hombres, una mujer, un amor...
... un deseo más fuerte que la ley y que la naturaleza salvaje del mundo que les rodea. Y un consejo: No te cases si no le amas...
Vi 'La novia' el mismo día que vi 'Lejos del mar' o 'Freeheld' en el Festival de San Sebastián. Como la noche y el día. Paula Ortiz tuvo a bien socorrernos con esta enérgica y vivaracha adaptación y/o interpretación de 'Bodas de sangre', la conocida y reconocida tragedia de Federico García Lorca escrita en 1931.
Una producción poética y teatral centrada en el sentimiento trágico y el amor contrariado, en la vida y la muerte. De un modo arcano y ancestral, en un mundo de sombrías pasiones que derivan en celos, persecución y un trágico final, la muerte, con el amor como la única fuerza que puede vencerla.
Paula Ortiz, en esta su segunda película se lanza al ruedo sin miedo, con una pasión tan proporcional como desmedida y coge el toro por los cuernos. Dicho sea bien claro con orgullo y rabia, le echa huevos, y le funciona muy bien a pesar de lo recargado de su por otro lado absorbente y afilada puesta en escena.
Ortiz no se achanta, sino que se crece ante un reto mayúsculo cuyo control a menudo parece estar a punto de perder; más, lo embiste con convicción y osadía hasta empujar a 'La novia' a vivir, respirar, existir, amar, sangrar y morir con apasionada visceralidad sobre el estimulante y expuesto filo de la navaja.
Una historia sencilla, franca y directa contada con orgullosa altilocuencia y pomposidad mediante una estilizada poética y teatralidad muy a juego con la obra original que arraiga por debajo de la piel, en una película que sencillamente intimida. En una película que más que verse, se siente. Se vive. O se muere.
O las dos cosas a la vez, mientras un escalofrío nos recorre el alma y el cuerpo...
Nota: 7.5
Mi nota es un 8.
Su fotografía y su vestuario encajan como un guante.
Lo mejor, la escena del baile. Nota: 7.