'El cautivo' - A secas

La última película de Alejandro Amenábar está... bien.
Como también lo estaban 'Ágora' y 'Mientras dure la guerra'; o como también lo está 'La Fortuna'. Bien... de simplemente bien, gracias por venir. Ese bien "a secas" que se siente un poco como estar en medio. Como un término medio, tan cumplidor y respetable como a su vez falto de emoción, nervio o pasión.
Y es que 'El cautivo' es de esas películas a las que les falta algo. Ese mismo "algo" que Amenábar parece haber perdido después de que 'Los otros' y 'Mar adentro' le hubieran situado como uno de los cineastas españoles más prominentes del nuevo siglo. En cuanto a nombre o medios a su disposición lo sigue siendo, pero en cuanto a resultados ya no tanto. De hecho, 'El cautivo' te la hubiera podido dirigir... cualquiera.
Es, y no es un decir. Porque "cualquiera" no hubiera contado con los mismos recursos con los que ha contado Amenábar. Aunque "así cualquiera", tampoco. Porque puede que el cineasta haya perdido el "mojo" que diría Austin Powers, pero no la elegancia, la firmeza o el temple; esto es, su pericia gramatical.
Ciertamente, a 'El cautivo' no le podemos poner ningún pero a nivel formal. Es una película sumamente correcta que certifica a Amenábar como un solvente y eficaz artesano que antepone la cautela y la moderación a la personalidad o la osadía. Porque en pleno siglo XXI convertir la infundada homosexualidad de Don Miguel de Cervantes Saavedra en el núcleo y motor de una película no es que resulte particularmente personal u osado.
Sino incluso apropiado y propicio de la manera que la enfoca Amenábar: al igual que en 'Mientras dure la guerra', intentando ser tan inapelable e inmaculado en lo formal como también en lo narrativo, conceptual e ideológico. Un nuevo ejercicio de clara vocación neutral que no pretende ni molestar ni ofender.
Su empeño por no tergiversar su condición de relato clásico la cuida como una recreación muy dinámica y entretenida, pero también excesivamente apegada a una literalidad donde cada palabra ha sido considerada para que la emoción sucumba ante cualquier razón medianamente coherente. O lo que es lo mismo, 'El cautivo' es una película muy correcta y respetable, sobría y solvente, eficaz y entretenida que, sin embargo, carece de alma.
Esto es, 'El cautivo' está... bien. Bien a secas.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex


