Capítulo IV - ¿Clásico o moderno?
Fabrice Luchini es uno de esos actores que se han convertido en un género en sí mismo. Un género del que 'Los consejos de Alice' es el último claro exponente. Es una especie de garantía, la garantía de un término medio tirando a agradable en igual medida que resulta poco desafiante. Como si fuera el Morgan Freeman francés, por costumbre, asumiendo roles que está seguro de sacar adelante sin gran esfuerzo... como es el caso: Una película que se deja ver en las distancias cortas, ni lo suficientemente interesante como para no ser olvidada, ni lo suficientemente superflua como para suponer alguna molestia.
Algo parecido es también 'Blackbird (La decisión)', remake del 'Corazón silencioso' de Billie August rodado por el siempre eficiente Roger Michel. Una película con alma de obra de teatro que por encima de todo al igual que la original, funciona, y que resultará bastante satisfactoria para todo aquel cuya ambición no sea desmesurada. De eso se trata, de una producción sólida, bien ajustada y con las ideas muy claras donde todo está en su sitio. Habrá quien la considere un decorado del Ikea... pero, ¿y a quien no le gusta un bonito decorado de Ikea?
Un mueble de Ikea seguro que no es lo que quiere ni lo que aspira a ser Don Pablo Larraín, un cineasta bastante menos convencional y mucho más inquieto. Nueva prueba de ello es 'Ema', una especie de cuento en torno a la brecha generacional y el concepto de familia a través del reggaeton (con eróticos resultados, por descontado). Agresiva y dulce a la vez, tan anárquica como dispersa. Su aparente voluntad abstracta no obstante resulta tan forzadamente guay del Paraguay que cuesta creer que no sea a su vez, esclava de su propia noción de libre albedrío.
Una interesante cuestión que nos lleva a preguntarnos si realmente alguno de nosotros somos libres como tal. Mejor, si a alguien le importa verdaderamente esa llamada "libertad" que siempre, siempre, siempre está supeditada a los intereses que nos hacen sonreír a cada uno. Una reflexión más que interesante con la que 'Ema' no nos deja tarareando, canturreando o bailoteando a pesar de sus loables e intrigantes esfuerzos (siempre bienvenidos). Si acaso, con ganas de ponernos los cascos que algunos ni se quitan para poder escuchar nuestra propia música.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
La producción brasileña Pacified, dirigida por el estadounidense Paxton Winters, ha ganado la Concha de Oro a la Mejor película de la 67 edición del Festival de San Sebastián. Darren Aronofsky, Paula Linhares, Marcos Tellechea, Lisa Muskat y el propio Winters son los productores de este filme ambientado en las favelas de Brasil. Además de conquistar el principal galardón del certamen, Pacificado ha logrado otros dos: la Concha de Plata al Mejor actor para Bukassa Kabengele y el Premio a la Mejor fotografía para Laura Merians.
El palmarés oficial de este año ha sido anunciado por la actriz Natalia de Molina y la periodista Edurne Ormazabal durante el transcurso de una gala celebrada en el Auditorio Kursaal. Pacified, que será distribuida en todo el mundo por Twentieth Century Fox, es la primera producción brasileña que gana la Concha de Oro en la historia del Festival.
Por otra parte, la Concha de Plata al Mejor Director ha sido para el trío formado por Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, responsables de La trinchera infinita (España), que también ha ganado el Premio al Mejor Guión para Luiso Berdejo y Goenaga. Asimismo, Greta Fernández y Nina Hoss, respectivas protagonistas de La hija de un ladrón (España) y Das Vorspiel / The Audition (Alemania-Francia), han ganado ex aequo la Concha de Plata a la Mejor actriz. Finalmente, Proxima (Francia-Alemania), de Alice Winocour, ha obtenido el Premio Especial del Jurado "por su ambición estética" y por "convertir un drama de exploración espacial en una exploración de la maternidad".
Otros premios oficiales
Algunas bestias (Chile) se ha alzado con el Premio Kutxabank-New Directors y en esa misma sección ha recibido una mención especial Sestra (Bulgaria - Qatar), de Svetla Tsotsorkova. El Premio Horizontes ha ido a parar a De nuevo otra vez (Argentina), mientras que la mención especial ha sido para Daniel y Diego Vega por La bronca (Perú - Colombia). El Premio Zabaltegi-Tabakalera se lo ha llevado Angela Schanelec con Ich War Zuhause, Aber (Estaba en casa, pero...) (Alemania - Serbia) y la mención especial ha recaído en Les enfants d'Isadora (Francia- Corea del Sur), de Damien Manivel.
El Premio Irizar al Cine Vasco lo ha ganado La trinchera infinita, mientras que Glittering Misfits, de Iban del Campo, ha obtenido una mención especial. El Premio del Público Ciudad de Donostia / San Sebastián ha recaído en Hors normes (Especiales) (Francia), de Olivier Nakache y Eric Toledano, y el Premio del Público a al Mejor película europea se lo ha llevado Sorry We Missed You (Reino Unido - Francia- Alemania), de Ken Loach. Además, el Premio TCM de la Juventud ha sido para Ana García Blaya Las buenas intenciones (Argentina).
Durante la gala se han dado a conocer el resto de premios y las presentadoras han agradecido la presencia de cineastas, guionistas, productores y estrellas durante los nueve días del festival, y también han tenido en cuenta al público que "ha llenado las salas un año más" y ha convertido "hasta la película más pequeña en cine con mayúsculas".
"Podríamos decir que se cierra un ciclo pero no es cierto porque en el Festival de San Sebastián las despedidas sólo son una cuenta atrás para volver a encontrarnos y ver más cine. Así que decimos hasta luego de la mejor manera posible, a oscuras, con una película", han dicho De Molina y Ormazabal antes de dar paso a la proyección de The Song of Names (La canción de los nombres olvidados). Su director, François Girard, ha estado en la ceremonia acompañado por los actores Tim Roth y Catherine McCormack.